Hoy en día nuestra agua, la que sale del grifo, que solíamos utilizar para beber y cocinar, se ha convertido en una reliquia. Muchos motivos nos han llevado a decidir no utilizar esta agua para el consumo.
La causa más común de esta decisión es el exagerado sabor a cloro del agua suministrada por la red pública. Hay días en que no solo el sabor, sino el olor mismo del agua, es nauseabundo. ¡Imposible ingerir 1 o 2 litros de agua-lejía al día!
¿Por qué ese exagerado olor y sabor a cloro en el agua?
El cloro es el desinfectante más utilizado en las plantas potabilizadoras, para eliminar la posible presencia de microorganismos, tales como bacterias, giardia, cryptosporidum, etc.
Es un sistema muy efectivo, mediante el cual se han podido controlar y evitar enfermedades mortales, tales como la fiebre tifoidea y el cólera. Sin embargo…
Para asegurar una correcta desinfección a lo largo de todo el sistema de distribución, se deben mantener en el agua unos niveles mínimos predeterminados de cloro residual. Esta presencia es la causante del sabor y olor a cloro en el agua del grifo… y también de la formación de subproductos. El cloro se mezcla rápidamente con las sustancias orgánicas presentes en el agua, para formar cientos de subproductos químicos, algunos de ellos nunca estudiados. Las reacciones retardadas con compuesto fenólicos generales clorofenoles intermedios, tremendamente olorosos.
El cloro también reacciona con los ácidos húmicos y fúlvicos, presentes de forma natural en el agua, creando subproductos orgánicos indeseables, tales tomo los trihalomentanos (THMs), compuesto de potencial efecto cancerígeno y relacionado con las malformaciones de nacimiento.
En realidad, el cloro mismo es una sustancia de mucha toxicidad, si se superan los niveles aconsejados por legislación.
En consecuencia, es aconsejable evitar la ingesta de aguas cloradas en exceso, con acentuado olor y/o sabor a cloro.
Soluciones para eliminar el mal sabor y olor del agua
Beber agua embotellada
La bebemos como “segura”, pero tal vez no siempre lo sea.
¿Es que acaso los manantiales y fuentes donde se embotella el “agua mineral” son inmunes a la contaminación ambiental? No tenemos conocimiento de estudios realizados en España sobre este tipo de aguas, pero en Estados Unidos existen y han revelado datos poco tranquilizantes como:
- Presencia de contaminación bacteriológica en algunas muestras
- Discrepancias entre la composición química actual y la descrita en las etiquetas
- Ausencia de análisis químico completo en todas las aguas estudiadas
- Ausencia de analítica diaria
- Deficiencias sanitarias en las plantas de envasado
- Los análisis químicos revelan en todas las muestras trazas de cloro, sulfato, nitrato, cobre, manganeso, plomo, hierro, zinc, mercurio y arsénico, sustancias que no figuraban en el etiquetado.
- La mayoría de las aguas embotelladas están envasadas en contenedores plásticos, que pueden traspasar toxinas al agua, tales como methil chloride, conocida sustancia cancerígena.
- El costo es mil veces superior al agua de grifo.
Sistemas de filtración para eliminar el cloro y sus subproductos
Para conseguir un agua de buen sabor y olor, sin la presencia de cloro y derivados, el único sistema que aconsejamos es el de absorción.
En una instalación que recibe agua suministrada por la red publica, en una ciudad más o menos grande, un filtro de carbón es el sistema más eficaz y económico de resolver, entre otros problemas, un exceso de cloración de agua.
¿Cómo son los filtros de carbón activo?
Trabajan de las siguientes formas:
- Adsorción: se trata de un proceso físico mediante el cual sustancias líquidas, gaseosas o sólidas, disueltas o suspendidas en el agua, se adhieren a la superficie o a los poros de un medio adsorbente sólido (carbón activo).
- Filtración: filtran, impiden el paso de sustancias y microorganismos mayores en tamaño al poro que deben traspasar (el rango puede variar desde 20 hasta 0.4 micras), el diámetro de un cabello humano es de 70-80 micras.
Comentarios
La utilización del carbón para acondicionar el agua empieza en la época del antiguo Egipto, cuando descubren que el agua almacenada en carbón vegetal es más fresca y sabe mejor. Siglos de utilización certifican su eficacia.
- Muy eficaz en la eliminación del cloro y derivados.
- Elimina pesticidas y herbicidas tales como Aldicarb, Chlordane, Heptachlor, Lindane, etc.
- Según el tamaño del poro, puede eliminar la contaminación bacteriológica (0.5 micras)
- Existen en el mercado unidades preparadas para eliminar el plomo y algunos metales pesados
- No elimina nitratos
Aplicaciones
- Muy recomendado para uso doméstico
- Se usa en la industria (Filtros de Lecho Alto) para clarificación y devaste de agua con turbidez orgánica, pues es muy versátil.
Por qué
Se trata de una tecnología simple y económica muy efectiva en la eliminación de contaminantes orgánicos, pesticidas y herbicidas. No agrega nada a la composición del agua, ni tampoco modifica su estructura básica. ¡Sin embargo, le proporcionará un agua de calidad excelente y segura!
¡No genera residuos contaminantes!
Existen varios tipos de carbón. La mayoría de los filtros de carbón están fabricados con hulla, aunque se utilizan también otras sustancias como la madera, la cáscara de nuez, o el carbón de cáscara de coco, productos todos reciclables. Este último proporciona un agua de excelente sabor y muy efectivo en la eliminación de trihalometanos.
El carbón puede presentarse en forma de gránulos, o en bloques compactos. El primero se utiliza principalmente para el tratamiento de grandes volúmenes de agua (suministro de red publica, aguas residuales, industria, etc.), y el segundo para uso doméstico.
En una casa se puede tratar la totalidad del agua que entra en la misma, o bien solo el agua destinada a beber y cocinar. Salvo casos específicos de alergias o sensibilidad, no tiene mucho sentido acondicionar la totalidad del agua de la casa.
Para asegurar un rendimiento óptimo, es recomendable cambiar el cartucho de carbón con la periodicidad indicada por el fabricante o proveedor (normalmente una vez al año), y limpiarlo con frecuencia con agua y un cepillo blando.
Algunos fabricantes refuerzan el trabajo del carbón activo, incluyendo una unidad de cerámica, que potencia la capacidad de filtrado y eliminación bacteriológica.
Instalación y mantenimiento
Las unidades domésticas para trata el agua de beber y cocinar, son de instalación sencilla. Probablemente, puede instalarla uno mismo. El mantenimiento dependerá del agua a tratar.